Constelaciones Familiares

Son una herramienta terapéutica que se utiliza a nivel grupal o individual y que fundamentalmente nos ayuda a desvelar lo que está ciego a nuestros ojos y a ver en qué

Medida los acontecimientos desorganizados de nuestra historia familiar nos están afectando en nuestro presente.

Éste trabajo pretende que cada individuo este en consonancia con su destino y que ocupe el lugar que le corresponde en los grupos con los que interactúa, para que pueda desarrollar su proyecto de vida de la manera más plena.

A través de éste método terapéutico, intentamos identificar los conflictos y los puntos donde estamos enredados en nuestro sistema familiar, en el laboral y en el social.

La mirada hacia estos enredos, que mantenemos a veces en varios órdenes de nuestra vida, nos va a permitir empezar a fluir y a conectar con la auténtica esencia del amor.

Detrás de todo comportamiento por extraño que parezca, actúa el amor y lo decisivo en terapia es encontrar donde este amor se concentra, ahí la raíz y el camino a la solución.

Todos estamos profundamente unidos a nuestros padres lo sepamos o no. Nos relacionamos con ellos a partir del amor o del resentimiento, el trabajo de las constelaciones nos permite comprender que nadie es una isla, ni somos una entidad aislada sin vínculos, pensar que vinimos a éste mundo desconectados de nuestros padres y de las generaciones que nos procedieron, no es más que una ilusión, todos estamos interconectados, especialmente a los miembros de nuestra familia y antepasados. La fuerza de esta terapia se manifiesta en el alma familiar.

Cada ser humano trae en sí mismo la información de las vidas de los que precedieron, a nivel físico como a nivel psíquico. Es aquello que llamamos herencia y se encuentra en lo más profundo de nuestro ser, nuestros genes y en el inconsciente colectivo de nuestra familia y a nivel kármico.

Siempre que un miembro de la familia o de la red familiar es excluido, apartado u olvidado, la familia o la red familiar reacciona como si se tratara de una injusticia grave, que reclama la expiación, llevando a otro miembro del sistema casi siempre sin darse cuenta a representar a esta persona excluida u olvidada reaccionando a sus sentimientos, patología y a su suerte.

Una constelación familiar es un acontecimiento único e increíble, a veces puede transcurrir un año o más antes de que se sientan los efectos, a veces es muy rápido y muchas personas después de desplegar su constelación han informado de que han ocurrido cambios significativos y a veces decisivos en sus vidas.

¿Qué podemos tratar con esta herramienta?

Problemas en las relaciones, tanto familiares, de hermanos de hijos, como de pareja.
Adicciones (Alcoholismo, drogas, sexo, trabajo, etc…)
Enfermedades, y problemas físicos-corporales
Conflictos económicos, ruinas, problemas financieros.
Estancamientos personales, tristeza, depresión, ansiedad, etc..

Las Constelaciones familiares en sesiones individuales:

Las Constelaciones familiares se aplican también en Terapia Individual y son tan eficaces como cuando desplegamos una Constelación familiar en grupo.

En esta modalidad, trabajamos con la persona que viene a la consulta y sustituimos a los representantes por muñecos, o bien trabajamos con visualización dependiendo de lo que el cliente quiera constelar.

El trabajo con muñecos o visualización es de tipo simbólico y nos permite ampliar el conocimiento que tenemos de nosotros, abordar situaciones o conflictos que nos generan ansiedad y malestar. A veces son un paso previo a una Constelación grupal y tienen la misma fuerza sanadora.

Esta técnica terapéutica está indicada:

En personas con miedo escénico
Con dificultades para mostrarse en grupo
Muy racionales y con bloqueos emocionales.
Con una fuerte necesidad de preservar su intimidad.

Los pasos a realizar y a tener principalmente en cuenta en una sesión individual son:

La actitud del facilitador y del cliente.
La entrevista, la primera imagen, la intuición.
La elección de los representantes, en este caso muñecos o visualización.
La configuración, los movimientos y las frases sanadoras.

En esta terapia la energía que se utiliza es la del cliente y la del facilitador, y no la del todo el grupo, en este sentido, el facilitador tiene que tener en cuenta los órdenes de ayuda y colocarse en una posición de fuerza, porque no podrá apoyarse ni en el grupo ni en los movimientos del alma que en ocasiones aparecerán espontáneamente durante la constelación.

Qué se puede trabajar:

Problemas de pareja, relacionales, familia, hermanos, hijos, trabajo, profesión.
Baja autoestima, falta de seguridad, ansiedad, bloqueos existenciales.
Cualquier situación que nos tenga enredados en el mismo bucle, que repite una y otra vez y que nos impide tener relaciones libres y sanas.